A raíz de la JMJ, y de la consiguiente visita del Papa a Madrid, se están produciendo una serie de hechos y descalificaciones que superan con creces el calificativo de soez, y además rozan la violencia. Bajo el parapeto de "indignados", supuestamente demócratas que desean una mejora del sistema democrático, y digo bien supuestamente, ya que uno de los principios básicos de la democracia es el respeto por todas las ideologías, religiones, razas, culturas... y no creo que este respeto se esté utilizando por este grupo. Pues bien, cómo os decía, a raíz de la visita y de las JMJ, se intenta provocar constantemente a los millares de peregrinos de todos los países del Mundo que han acudido a este encuentro con el Santo Padre. Desde manifestaciones que terminan en atercados por no cumplir con la ley, ya que se les dio permiso para pasar por Sol, no para quedarse, hasta los comentarios y publicaciones soeces y violentas, ofensivas y sobre todo antidemocráticas que se vierten en las redes sociales al amparo de la libertad de expresión. Todo el mundo tiene derecho a expresarse libremente, y a defender sus ideales, pero con posturas respetuosas, con una crítica constructiva. Cuando lo que se realizan son ofensas, comentarios hasta violentos, es que se está recurriendo al ser primitivo que llevamos cada uno en nuestro interior, y esto suele suceder cuando uno no tiene más recursos, es decir, sale el ANIMAL que todos llevamos dentro. Tal vez duela que el 15M no tenga el poder de convocatoria que tiene la Iglesia Cristiana Católica Apostólica y Romana, o la que tenga el culto Hinduista, o el Musulmán. Yo respeto al que se sienta Ateo, Laico, Aconfesional o Agnóstico. Pero exijo que estos me respeten a mí y a los millones de Españoles que sentimos del mismo modo. Por cierto, algo que aclarar, en nuestra Constitución, se habla de un Estado Laico, no Aconfesional, pues se tiene en cuenta la tradición Católica del Pueblo Español.
