sábado, 15 de diciembre de 2012

Hace dos años

          Hace bastante tiempo que no escribo, sobre todo por que con el trabajo y dos niños chicos, el tiempo para hacerlo es muy ajustado, pero hoy no puedo permitir que pase este dia sin tener un recuerdo para ti. Hoy hace dos años que nos dejastes, y desde entonces mucho ha cambiado. Al principio el recuerdo se traducía en una pena profunda, en un vacío difícil de cubrir. Hoy el recuerdo se convierte en sonrisa al acordarme de tu forma de ver la vida. Hoy soy yo el padre, hoy me acuerdo de ti cada día, con cada trastada de mi niño, con cada sonrisa de pillo, con cada beso de mi niña, con cada abrazo de ellos, me traslado a los abrazos que yo te daba, a los besos tuyos, y a tus broncas por lo que acababa de romper. Hoy te comprendo en la mayoria de las incomprensiones que te tenia, hoy como dice el refrán, soy yo el que come huevos, y tal vez por eso, no olvido lo aprendido, y mejoro lo que creo que es mejorable, pero trato de parecerme a ti cada día, fuistes mi maestro, mi padre, mi amigo... Hoy a pesar de nuestras diferencias, eres mi ejemplo, un ejemplo que cada dia quiere más y más a sus hijos, por eso cada dia me acuerdo de ti, por eso cada dia te sigo queriendo. Nadie muere mientras alguien se acuerde de él cada día, por eso tu sigues estando vivo. Te quiero Papá.