Me presto a visitar la iglesia anteriormente nombrada, y que en Palencia se le conoce como la de la Compañía, pues perteneció a la Compañía de Jesús. Dentro, y tras admirar el magnífico retablo mayor de la misma, en una capilla situada a la derecha de la nave principal, se encuentra el retablo del Cristo de la Misericordia, un crucificado fechado en el siglo XVI, es decir, perteneciente al gótico tardío, de un gran valor artístico, y cuya procesión penitencial es realizada en la tarde del Miércoles Santo. La sorpresa salta cuando observo una pequeña pintura insertada a los pies del Cristo, dentro del altar, con la imagen de la Virgen de la Esperanza.
La sorpresa fue mayúscula, yo un sevillano de alma Macarena, nazareno en la Madrugá por amor a la Virgen de la Esperanza, me encuentro lejos de mi ciudad, nada más y nada menos que a unos 750 Km, con una imagen de Ella. En ese momento se hace realidad el lema de nuestra medalla, ese lema que nos recuerda que somos hijos de la Esperanza, y que nos debemos encomendar a ella, sobre todo en los momentos más duros, por que siempre encontraremos esa sonrisa que nos consuela, esa sonrisa de amor, esa sonrisa que nos protege, esa sonrisa que es NUESTRA VERDADERA FE.
Raudo, me dirigí a un grupo de feligreses, entre los que encontré al párroco Don Pedro, el cual, amablemente, hizo de cicerón por toda la parroquia, y explicó, que el retablo fue donado a la Hermandad del Santo Cristo por la propia parroquia en el año 1947, y que ya se encontraba en el mismo la pintura de la Virgen de la Esperanza.
Obsérvese que en la misma, aparece de fondo el arco de la Macarena, y en el lado derecho del mismo, el perfil de la catedral de Palencia, pero seguido por la Giralda, una composición muy original. También se puede observar que la Virgen lleva colocada la toquilla de sobremanto conocido por los "Rombitos", la cual fue recuperada hace dos años por la Hermandad, tras perderse en el incendio de San Gil. Tras hablar con mi buen amigo Julio Dominguez Arjona, cuya web recomiendo desde aquí, (la sevilla que no vemos), me informa que tiene una serie de "Macarenas por el mundo", y que existen imágenes de la Virgen de la Esperanza en Medellín, en México, en Miami, y un largo etc. Como podéis entender, la devoción a la imagen de Nuestra Señora supera nuestras fronteras, por que ella es y será siempre NUESTRA ESPERANZA.
Que grata sorpresa la que te llevaste en Palencia Miguel,me ha encantado leer tu relato,y como buena Sevillana que soy tengo que decir que es un orgullo tener a Nuestra Esperanza cada viernes madrugà por las calles de Sevilla.Cada vez que la veo,con esa carrita que lo mismo que llora,sonrie,es como una ola de sentimientos que me inunda que casi sin poder respirar rompe en lagrimas de felicidad al verla pasar tan cerca que puedo sentirla. Sè siempre Esperanza
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