jueves, 13 de octubre de 2011

25 AÑOS DE SOCIO, TODA UNA VIDA EN BLANQUIROJO

Este viernes, 14 de Octubre de 2011, mi Sevilla F.C. cumple 106 años de vida, y mi Club tiene la buena costumbre de hacer un homenaje a los socios que llevan 25 años ininterrumpidos. Cuando en Junio pasé a retirar mi carnet, mi sorpresa fue que me entregaron uno de color plata con una frase escrita que me llenó de emoción y orgullo "FIELES DE NERVIÓN". Y este carnet hubiera llegado antes de no ser por el peor de los castigos que nunca me dieron mis padres, dejarme un año sin ver al Sevilla.  Lo que ocurre, es que siempre le tendré que agradecer a mis padres primero que me inculcaran desde la barriga de mi Madre el sentimiento de ser sevillista y segundo, la financiación del carnet durante tantos años. En esos 25 años, hemos vivido muchísimas alegrías, pero también hemos derramado muchas lágrimas. A mí me gusta decir que estuve en Eindhoven, o en Glasgow, yo estuve ese jueves de Feria cuando nuestro Antonio marcó el GOL de nuestra vida. De ese partidazo, guardo el recuerdo de los nervios que no permitieron estar sentado ni un solo minuto. Guardo el recuerdo imborrable del zurdazo de diamantes y el grito atronador de GOL. Guardo los abrazos, guardo las lágrimas, guardo el bote que más alto no se podía dar. Pero sobre todo guardo la llamada de un alma blanquiroja al móvil; " Niño, que ya somos campeones, yo lo ví hace 54 años, ahora te toca a tí". Era mi padre, el que me enseño a ser sevillista, a defender a mi equipo, a llevar el escudo desde chico en el corazón, el que cuando me hacía sangre me decía, "ves, esto pasa para que de vez en cuando recordemos que el color de la sangre es ROJA". El mismo que con la ilusión de un niño, nos acercó hasta el aeropuerto el gran día, ese 10 de mayo que nunca olvidaremos. Hoy mi padre ya está en el tercer anillo, al ladito de los grandes que nos hicieron grandes, al lado de Puerta, de mi tio Pepe, de mi abuelo Paco, de mi abuelo Miguel, de la tía Ana, que más sevillista no se podía ser, y de otras tantas almas sevillistas que soñaron y no pudieron ver a nuestro equipo campeón.  Yo estuve llorando de alegría en un hotel de Mérida cuando San Andrés Palop marcó de cabeza. Yo estuve con mi hija de tan solo 2 meses celebrando la Supercopa de Europa, y lancé un grito atronador en medio de una boda, por que mi Kanouté le marcó al Getafe en el Santiago Bernabeu. Pero también hay que recordar que estuve cuando compramos acciones para no desaparecer, también estuve en aquel fatídico agosto en la calle, anulando las vacaciones en Sanlúcar para estar con mi Sevilla. Yo estuve en esos horrendos partidos de segunda y celebré como si de un título se tratase el subir a primera. Yo he visto jugar a Grandes jugadores en nuestro equipo como Suker, Maradona, Simeone, Zamorano, Sartas, Reyes..., pero también he visto jugadores como Marinakis, Colusso, Molnar, Glusevic..., por eso hay que recordar de donde venimos, para no perder nunca el camino de donde queremos llegar, por eso hay que tener corazón para defender a nuestro Club, por que tenemos una Historia con mayúsculas, y por eso hay que decir al que diga lo contrario, que no es mentira, que nos late en el corazón, el escudo de Nuestro Sevilla.
¡ VIVA EL SEVILLA!

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