domingo, 24 de abril de 2011

En defensa del SOL


Evangelización y acción social, estas son las bases de toda Hermandad, evangelizar a través de nuestras imágenes y ayudar a través de la acción social a los más necesitados. Estos son los conceptos básicos de todas nuestras Hermandades, ya sean de Gloria o de Penitencia. En este sentido, la Hermandad de Ntra. Sra. del Sol, prioriza su acción social a su cofradía, es decir, primero Hermandad (364 días al año) que cofradía (1 día al año), y curiosamente son duramente criticados por ello. Las críticas más habituales son que no "pegan" en nuestra Semana Santa; que más parecen de pueblo que de Sevilla; Que no se entiende un palio de madera y pintura; que si las insignias pintadas en vez de bordadas.., todo cofradía. Pues bien, a todos los que critican a esta Hermandad con mayúscula, habría que recordarle algo de la historia de nuestras Hermandades y cofradías, así como de la propia historia de Sevilla, la cual va de la mano de nuestras corporaciones penitenciales. Para empezar, nuestras Hermandades de Penitencian cuentan con siete siglos de historia. Estos comienzos se basan en una procesión de Via Crucis desde la Parroquia de Omnium Sactorum hasta el Hospital de las Cinco Llagas en los extramuros de la Ciudad, estos Via Crucis eran presididos por una imagen de Cristo Crucificado de pequeño tamaño portado por un monge o sacerdote, y seguido por una multitud con velas encendidas. Es curioso saber que dicha imagen era cubierta por un palio de mano, tal y como se sigue utilizando para el Santísimo, y que cuando se incorporó a dichas procesiones la imagen de la Santísima Virgen, esta no procesionaba bajo palio, solo el Crucificado. Más tarde, se incorporaron las andas, las cuales evolucionaron hasta nuestros actuales pasos. Estas andas, solían llevar un palio de color negro sobre cuatro varales de MADERA cubriendo al Cristo, imagen que todavía se pueden ver en muchos pueblos de la geografía Andaluza tales como Antequera, y que perduró hasta no hace mucho tiempo. La evolución de las procesiones, y el cambio de liturgia, permitió la incorporación de la Santísima Virgen María, como portadora de la Santidad de Dios, a los palios, y quedando este sólo para dichas imágenes y para el Santísimo. Sobre lo de los pasos de MADERA, estos se mantuvieron hasta finales del 18 y principios del 19, es curioso, en 700 años, las chapas y la plata se empiezan a incorporar hace tan sólo 200 años. Sobre el 1.800, los palios eran de chapas de metal plateados y en el mejor de los casos de plata con bastidor de MADERA y todos de crestería, así se pueden observar  en la exposición temporal que ha montado la Esperanza Macarena en su museo. Sobre la Sacra Conversación, por ejemplo la Esperanza de Triana procesionaba con  dicho misterio hasta hace tan sólo unos 175 años. Sobre lo de las pinturas en las insignias, todavía hay insignias con pinturas y recortes en nuestras cofradías. El comentario de que es una Hermandad de pueblo, no es más que un comentario pueblerino y de cateto, ya que muchas Hermandades de Sevilla quisieran tener el patrimonio de muchas Hermandadees de Pueblo. Pero sobre todo, lo que no entiendo son las críticas de aquellos que tiran literalmente, y además con saña, a la Iglesia y nuestras Hermandades por tener tanto patrimonio, oro bordado y plata, y ahora se dedican a criticar a través de las redes sociales a esta Hermandad por que dicen que no pegan aquí por no llevar ricos bordados. Son estas críticas sin sentido e incongruentes las que realmente me hacen recordar que nuestras Hermandades son las que se dedican durante todo el año a ayudar a las Hermanas del Pozo Santo a mantener a los mayores de su residencia, a mantener abierto el comedor social y el supermercado social, tal y como mantiene la Hermandad del Sol. Yo prefiero que mantengan una personalidad propia y clásica, humilde y pobre durante un día, pero que sigan siendo tan ricos como lo son los 364 días restantes del año. Ojalá todos tuviésemos en nuestras vidas a esta HERMANDAD, con mayúsculas, como ejemplo todos los días del año, basándola en la humildad que nos predicó Nuestro Señor Jesucristo.




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