miércoles, 27 de abril de 2011

Semana Santa tristemente histórica


Tas el calor sufrido el Domingo de Ramos, y a pesar de que las predicciones no eran muy favorables, se mantenía la esperanza de que los vientos cambientes de estas fechas, desviaran la tan temible borrasca y la alejara de nuestra Tierra. Pero no fué así, y de este modo, se han registrado los peores datos de una Semana Santa desde el año 34. Tan sólo 27 de 60 cofradías pudieron realizar su Estación de Penitencia, alrededor de 33.000 nazarenos se quedaron este año sin poder salir de sus templos, y por supuesto, esto también afecta económicamente a los bares, restaurantes, hoteles y demás negocios que esperan esta semana como agua de mayo, en este caso, de abril. Se han producido situaciones difíciles de entender, y otras entendibles a tenor de lo sucedido el año pasado. Es entendible que el Polígono no se arriesgara a salir, y más tras el aluvión de críticas del año pasado. En esto, la Hermandad de San Pablo debe aprender mucho de Santa Genoveva, curtida ya en estas lindes. Por otro lado, no es entendible, aunque sí excusable, que la primera Hermana Mayor de nuestras Cofradías, decida intentar salir, sin mirar por la puerta lateral de la parroquia, o por la ventanita de la sacristía, o subir al campanario, se hubiera ahorrado un bochorno que no se merece. Por otro lado, querida Maruja, nunca se hace público los votos personales de un cabildo de oficiales, simplemente se dice el resultado, aunque entiendo que quisiera cargar con las posibles culpas, no marcando así al resto de junta. Tampoco es entendible, que una junta rectora, cuyo máximo responsable está designado por Palacio, y más concretamente por Manuel Soria, se decida salir a la calle en plena tormenta. No es que salgan sin lluvia y al momento les sorprenda como le ocurrió a la Trinidad, es que salieron lloviendo. La culpa no es de este señor, la culpa la tiene quién le nombra en el cargo, sobre todo después de lo que dejó atrás en la Trinidad, supongo que si no dimite, será relevado del cargo de forma inminente. Sin embargo, otra junta rectora, del mismo día, la de San Esteban, hizo lo que tenía que hacer, sin aspavientos ni situaciones ridículas, ese sí es el modelo de gestión a seguir por lo que se supone es una junta que busca una regularización y normalización dentro de una Hermandad.
Nos libramos el Domingo, Lunes y Miércoles, y pare usted de contar, a partir de ahí, magníficas jornadas de descubrir detalles en los pasos dentro de las Iglesias, Parroquias, Basílicas y Capillas, ni Martes, ni Jueves, ni Madrugá, ni Viernes, ni Sábado... bueno, Sábado en parte. Tan sólo el Sol se atrevió y consiguió realizar su estación de penitencia... luego les caerán las críticas, pero bueno, a eso ya se están acostumbrando, con la que les dan los que criticas los palios de madera y pintados...que parecen que nuestras Cofradías han sido siempre de ricos bordados.
El punto y final la puso la Gloria de la Resurrección, ese pedacito de cielo del que disfrutamos todos los jartibles capillitas, yo el primero, y que no dejamos de acudir a la cita, por más que Palacio diga que es de Gloria. Por supuesto que es de Gloria, la Gloria del culmen de nuestra Fe, por que los Cristianos celebramos la Pasión, Muerte y sobre todo la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, les pese a quién les pese.

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