lunes, 11 de abril de 2011

Pregón de Esperanza, pregón de Sevilla


D. Fernando Cano-Romero, dijo siempre que su pregón empezaría con la Esperanza, y finalizaría con ella, y así ha sido, un pregón de Esperanza, de los de siempre en sus fórmulas, pero duro en sus reivindicaciones, actual y despojando de hipocresía a la sociedad que nos rodea. Dicen que el Alcalde, se retiró discretamente, no acudiendo al posterior almuerzo en el Alcázar, y es lógico, a poco que se lea el pregón, los pilares de la política de su partido se desmoronan cuando se habla del aborto, de la cruzada contra los Crucifijos, de los ataques a las capilla universitarias, y como no podía faltar a la dejadez de Santa Catalina o las setas de la Encarnación. Atacó con la mejor de las armas que puede utilizar una persona, la palabra. No hizo falta acudir a creencias políticas, tan sólo a las de nuestra religión, pues somos cofrades, capillitas y sobre todo Cristianos Católicos, y así lo creemos y profesamos públicamente nuestra Fe. De este modo, a D. Fernando le salió un pregón "bordao", sevillanísimo, clásico en fórmulas y estructuras, nombrándolas a todas, y sobre todo, lleno de religiosidad. Y terminó como debía acabar:
Sevilla vio su Esperanza, en
tu carita morena, y te hizo
su Madre buena, el centro
de su bonanza, y te llamó
Macarena.


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